Los derivados son activos financieros que basan su valor en otra cosa.
Puede ser un activo subyacente o una cesta de activos.
Los tipos más comunes son las acciones, los bonos, materias primas, índices bursátiles o criptomonedas.
El producto derivado en sí es esencialmente un contrato entre varias partes.
Obtiene su precio del activo subyacente que se utiliza como punto de referencia.
Sea cual sea el activo utilizado como punto de referencia, el concepto básico es que el producto derivado deriva su valor a partir de ella.
Algunos ejemplos comunes de productos derivados son contratos de futuros, contratos de opciones y swaps.
Según algunas estimaciones, el mercado de derivados es uno de los mayores mercados que existen.
¿Por qué?
Bueno, pueden existir derivados de prácticamente cualquier producto financiero, incluso de los propios derivados.
Sí, se pueden crear derivados a partir de derivados.
Y además, se pueden crear derivados a partir de esos derivados, etc.
¿Te parece un castillo de naipes inestable a punto de derrumbarse?
Pues puede que no esté tan lejos de la realidad.
Algunos sostienen que el mercado de derivados desempeñó un papel importante en la Crisis financiera de 2008.
Un contrato de futuros es un tipo de producto derivado que permite a los operadores especular sobre el precio futuro de un activo.
Implica un acuerdo entre las partes para liquidar la operación en una fecha posterior denominada fecha de vencimiento.
Como hemos comentado con los derivados, el activo subyacente de un contrato de este tipo puede ser cualquier activo.
Algunos ejemplos habituales son criptomonedas, materias primas, acciones y bonos.
La fecha de vencimiento de un contrato de futuros es el último día en que hay actividad de negociación para ese contrato concreto.
Al final de ese día, el contrato vence al último precio negociado.
La liquidación del contrato se determina de antemano, y puede ser liquidada en efectivo o entregados físicamente.
Cuando se entrega físicamente, el activo subyacente del contrato se intercambia directamente.
Por ejemplo, se entregan barriles de petróleo.
Cuando se liquida en efectivo, el activo subyacente no se intercambia directamente, sólo el valor que representa (en forma de efectivo o criptomoneda).
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